España es un país repleto de pueblos de encanto. Tanto, que se creó una asociación llamada «Los pueblos más bonitos de España» que se encarga de preservar y promover estas joyitas escondidas del país europeo.
Generalmente, cuando se recomiendan aldeas españolas, se suele ir al sur del país, sobre la Costa del Sol, donde el color blanco domina las calles, las buganvillas decoran las fachadas y los adoquines embellecen sus pasajes. Sin embargo, el norte también alberga un gran número de pequeñas bellezas, recargadas de historia y encanto, que pueden dedicarse a un capítulo entero y aparte en el recorrido de España.
Para iniciarse en las bellezas del norte español, elegimos 6 pueblos recargados de encanto:
1. COMBARRO – Galicia
Entre Pontevedra (a 6 km) y O Grove se encuentra Combarro, una de las localidades más auténticas y pintorescas de las Rías Baixas, declarada Conjunto Artístico y Pintoresco en el año 1972. El pueblo marinero parece sacado de una postal de viajes e invita a un paseo relajado, al buen comer y mejor beber y a la vida contemplativa.
La mejor manera de empezar la visita a Combarro es a través del moderno paseo marítimo que lleva hasta la Plaza de Chousa, con unas vistas de lujo de la ría de Pontevedra y de Tambo, un islote cargado de leyendas que, hasta 2002, fue de uso militar.
En el casco antiguo se puede encontrar un conjunto urbanístico que se logró mantener casi intacto y que parece ordenarse con las reglas de la arquitectura gallega: los cruceiros (monumentos religiosos que descansan sobre un pilar y que se diseminan por su zona vieja), las casas mariñeiras y los hórreos, que acá se llaman palleiras y que son graneros de piedra y madera construidos sobre columnas para proteger la cosecha. La piedra de granito es uno de los grandes protagonistas de Combarro, ya que el pueblo está emplazado sobre este material que se utiliza no solo para construir los hórreos y los cruceiros, sino también algunas casas y balcones.
El paseo te conduce a la plaza de la Fuente (también de piedra) y, finalmente, a la playa de Padrón, desde donde se ofrece una de las más típicas panorámicas de Combarro, con la sucesión de hórreos mirando hacia la ría. Para comer sus reconocidos mariscos, se puede caminar al antiguo y pequeño muelle, ahora ocupado por terrazas de restaurantes, que están siempre muy concurridas, especialmente en verano.
2. CUDILLERO – Asturias