“El 80 por ciento de la pizza es la masa”, dice el napolitano Maurizio de Rosa mientras saca del horno alimentado a quebracho una perfecta mastunicola ($80) con manteca de cerdo, queso sardo y albahaca. De Rosa, también dueño de un restaurante de sushi y una pizzería en Nueva York, fermenta la masa y la prepara con una mezcla de harinas con mucho gluten hasta dar con una pizza finita, de no más de 35 centímetros de diámetro y un borde aireado y alto que se conoce como cornicione. La vera pizza napoletana sin tener que viajar a Napolés: alcanza con trasladarse hasta esta esquina de La Lucila, donde se emplaza Parténope.
La carta incluye las clásicas (marinara, puttanesca, margherita) más algunas de autor y hasta variedades dulces (con DDL, chocolate o mermelada de frutilla). Todas merecen un mordisco (o muchos). Muy rica la Vico con tomates cherry, caciocavallo, panceta y cebolla ($120). La materia prima que usan en Parténope es de primera calidad. Y el amor que De Rosa siente por lo que hace se transmite en cada pizza que llega a la mesa. Hay que ir.
Av. Del Libertador 4004, La Lucila
Todos los días, de 12 a 24
Teléfono: 4799-1050
Bonus track: Imperdible el tiramisú, con receta de la mamá (sin huevos).