Los autorretratos dificilmente muestran el rostro de la artista proveniente de Hungría, de 25 años de edad, en su lugar transmiten emociones a través de los movimientos de inclinaciones de cabeza o en la sutil curva de su cuello.
Explotando las líneas, sus obras trabajan sobre un horizonte estricto o lo eliminan por completo, dividiendo la imagen, de izquierda a derecha.
Las obras de la artista autodidacta son en su gran mayoría composiciones que sólo tienen sentido al ser fotografíadas. Ella explica que no le agrega estructura a ninguna de sus obras, todas son enteramente espontáneas. «Encuentro que el post-procesado es la parte más agradable de la creación», dijo a la revista Línes. «Construyo mis fotos a partir de varias diferentes, como si fueran un rompecabezas«.
Además de esto, Noell también se niega a describir sus fotos, con el fin de dejar el espacio para la libre interpretación de los espectadores. “Yo no quiero decirle a la gente lo que veo en mis imágenes, solo muestro lo que quiero expresar, pero cada uno es libre de averiguar lo que la imagen lo dice a ellos. Es muy interesante leer los pensamientos diferentes sobre la misma pieza de trabajo,” dice.
Sin duda un trabajo que impresiona, cargado de emociones, fantasía y con una manipulación delicada en cada imagen, que logran sumergir al espectador a otros universos.
Sus fotos siempre son en blanco y negro, según ella, encuentra en los colores algo de distracción. “Yo siento lo mismo acerca de la ropa y otras cuestiones de apariencia, así que me gustaría reducir mis imágenes a las formas, la composición y el contenido”.
Además de esto, Noell también se niega a escribir las descripciones de sus fotos, con el fin de dejar el espacio para la interpretación de los espectadores. “Yo no quiero decirle a la gente lo que veo en mis imágenes, solo muestro lo que quiero expresar, pero cada uno es libre de averiguar lo que la imagen lo dice a ellos. Es muy interesante leer los pensamientos diferentes sobre la misma pieza de trabajo,” Dice.