El turbante es un tocado protagónico que llevaron desde tiempos antiguos en grupos sociales de diversas culturas. Consiste típicamente en una pieza de tela, como seda, algodón o lino, con la que se envuelve la cabeza. El uso del turbante en algunas culturas es sinónimo de fe; por ejemplo para los hindúes, el tamaño y color del turbante definía el estatus social y en la cultura islámica el turbante se consideró un elemento espiritual.
Hoy esta tendencia milenaria se convirtió en un hit fashionista. Desde Brigitte Bardot y Frida Khalo hasta Rihanna, Katy Perry, Sarah Jessica Parker y la reina Máxima de Holanda, este exótico accesorio se instaló como uno de los elementos de estilo esenciales para complementar diferentes looks y darles un toque de color y estampa.
Durante el 2017 y este que acaba de iniciar, predominan los turbantes y los pañuelos en la cabeza en las pasarelas internacionales –como en la última colección de Dolce & Gabbana– como un complemento ideal y moderno a los equipos de verano. Una explosión de colores y diseño en cada modelo: anudados, estampados y repletos de optimismo, son los más elegidos para lucir en la calle.
Sin dudas, representan un sinónimo de elegancia y prolijidad para el cabello, y existen diferentes tipos de géneros con los que pueden ser confeccionados: sedas, organzas, algodón común y peruano, lino, raso en colores puros, estampados y con apliques de piedras.
Algunas ideas acá: