Un elemento importante para una buena fotografía es la composición. Sea en color o en blanco y negro, Masaki Härkönen trabaja con una técnica minuciosa con tal de manifestar la belleza de la composición, la forma y la luz.
El juego constante con estos tres elementos genera que sus capturas fotográficas se conviertan en espontáneas obras de arte placenteras y disfrutables para la vista. Persiguiendo su obsesión por la forma, Härkönen captura en imagenes todo su contexto; desde paisajes, hasta retratos de lo más personal. Sus trabajos explotan la fijación por capturar los más diminutos detalles. La mayoría de sus fotos persiguen destacar detalles que obviamos a simple vista. Un producto artístico en gran variedad de formatos, y sin limitaciones.