Inundando los espacios con un realismo amigable e intrigante –como la mirada de un animal que se acerca a conocerte –el artista canadiense Jacub Gagnon mostró a través de distintas exhibiciones una serie de animales que, al parecer, están empezando a enfrentarse o convivir con sus propios inconscientes.
El arte tiene esa capacidad de atraernos y recordarnos lo salvajes que somos, ya que, en parte, se basa en las emociones y los instintos básicos de la humanidad, por ello es que resulta tan interesante, aunque después tiene que conjuntarse con la técnica y el razonamiento, para que sean traducidos, ese equilibrio está presente en las pinturas de Jacub, quien retrata animales con un toque surrealista.
“Dentro del escenario que es mi lienzo, presento animales y objetos en maneras extrañas, colocándolos en las escenas que se oponen a la practicidad. Mis pinturas se convierten en un espacio en el que la naturaleza se convierte en antinatural, bordeando al surrealismo“, explica el artista.
Las pinturas prácticamente hiperrealistas con, evidentemente, mezclas y destellos surreales, construyen un mundo de una narrativa en la que el humano forma parte, pero únicamente como un agente externo; al igual que lo es el artista cuando el espectador observa su obra.