Alex Robertson tiene una debilidad por la gente y por la luz. Lo descubrimos cuando recorrió Tokio capturando lo que más le llamaba la atención: las personas, sus hábitos y su cultura. Apasionado por Asia, el artista conoció otras ciudades del continente y una serie de fotografías que nos llamó la atención fue la de India.
«La luz de India es mágica», cuenta Robertson. El amanecer, el mediodía, las primeras horas de la tarde y la puesta del sol… cada momento es especial por sí mismo y por las personas que los acompañan con sus acciones cotidianas. Los vendedores ambulantes, los ciclistas que van hacia el trabajo, los taxis, los puestos callejeros; todo ello hace a una escena cultural sumamente rica.