Esta receta la podemos usar como aperitivo. Los churros salados son ricos, divertidos y originales. Su textura crujiente exterior contrasta con un interior suave y cremoso que resulta más que adictivo.
Se pueden servir también como guarnición, aunque suene muy distinto a lo usual. Por ejemplo, acompañamientos combinables de carnes, salchichas, huevos fritos, entre otras opciones. Suponen un cambio con respecto a las guarniciones tradicionales, así que, si buscás sorprender a tus comensales, estos churros salados son una buena opción para salir de la rutina.
- Ingredientes para cuatro personas
400 g de puré de papas - 2 yemas de huevo
- 50 g de harina de maíz
- 15 g de queso Parmesano rallado
- 15 g de mostaza, sal, pimienta negra molida y aceite de oliva.
Preparación:
Contamos con que tenemos un puré de papas preparado y que reservamos los 400 g necesarios para la receta.
Mezclamos el puré con las yemas de huevo (en su defecto, un huevo entero), la harina de maíz, el queso parmesano rallado y la mostaza; salpimentar al gusto y remover bien hasta obtener una masa homogénea. Rellenar con ella una manga pastelera con una boquilla de estrella y lo dejamos reposar en el congelador 10 minutos para que tome cuerpo.
Mientras tanto, llenamos una sartén con aceite de oliva hasta la mitad y lo calentamos a fuego medio alto. Dejamos caer tiras del puré sobre el aceite caliente, con suavidad para evitar salpicaduras y quemaduras. Volteamos cuando la parte inferior esté dorada y freímos la otra cara antes de retirar. Escurrimos el exceso de aceite y servimos inmediatamente.