Mínimas intervenciones a base de color en paredes y suelos pueden tener máximos resultados para el cambio de imagen de una espacio hogareño.
Una forma actualizada del “menos es más” racionalista, pero esta vez sin limitar lo ornamental, sino lo superfluo, está ocupando el primer lugar en términos de decoración. Creatividad y sentido común a raudales para lograr los mejores resultados, con los mínimos recursos y al alcance de todos.
La utilización de materiales low cost se pasó a ubicar en la categoría de tendencia, ocupando lugares omnipresentes en determinados ámbitos. Productos como el contrachapado, el hormigón visto, el acero galvanizado y otros anteriormente empleados en un ámbito más industrial trascendieron al entrar en el circuito de los mejores creativos. Y para los más clásicos, es evidente que los materiales nobles conllevan altos costos por naturaleza, ya se pueden conseguir acabados análogos a precios accesibles gracias a las mejoras en impresión láser sobre superficies más económicas como porcelánicos, laminados y otros sintéticos.
Para determinados ámbitos hay tips y trucos infaltables que economizan de manera relevante el presupuesto. Renovar la apariencia de la deco y otras zonas sociales arranca por la nunca errada decisión de pintar los espacios en blanco con un toque de color fuerte en la perpendicular a la luz. La aplicación de vinilos decorativos es un paso más hacia un exclusivo diseño original y altamente estético a un precio también irrisorio y con un abanico infinito de opciones originales.