PARA LA BASE
250 g de galletitas saladas.
125 g de manteca.
Sal y pimienta, a gusto.
Tomillo fresco.
PARA EL RELLENO.
400 g de queso mascarpone o ricota si no conseguís.
150 g de queso parmesano.
150 cc de crema.
2 huevos.
Una cda de fécula de maíz.
Sal y pimienta, a gusto.
PARA LOS TOMATES CONFITADOS
200 g de tomates cherry.
3 cdas de aceite de oliva.
Una cda de aceto balsámico.
Una cda de azúcar rubia.
Sal y pimienta, a gusto.
Tomillo.
Romero.
Procedimiento
Procesar las galletitas y agregar la manteca derretida, el tomillo, la sal y pimienta.
Cubrir la base de una budinera con papel enmantecado, colocar la mezcla de galletitas y manteca, presionar para que tome la forma del molde con un espesor uniforme y reservar en la heladera.
En una fuente apta para horno, colocar los tomates cherry, el aceite de oliva, una cda de aceto balsámico, sal, pimienta, tomillo y romero fresco picados.
Mezclar y los hornear durante 30 minutos a 150°. Para el relleno, mezclar con batidor los huevos, el queso mascarpone, la crema y el queso parmesano. Condimentar con sal y pimienta. Añadir sobre la base de galletitas.
Colocar el molde dentro de una fuente con agua y cocinar los primeros 15 minutos a 180°, luego bajar a 150° para que los huevos coagulen lentamente y obtener un relleno cremoso.
Seguir cocinando durante 45 minutos o hasta introducir un cuchillo y que salga limpio. Dejar enfriar en el horno, y conservar en heladera.
Servir con los tomates confitados.