1 taza de harina
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de polvo leudante
1/2 cucharadita de canela en polvo
2 cucharadas de azúcar
1 cucharada de manteca
2 huevos
80 cc de leche
1 durazno
3/4 taza de frutillas enteras y limpias
Aceite para fritura profunda
Azúcar impalpable para decorar
Preparación
Paso 1
Tamizar la harina y colocarla en un bowl profundo. Agregar la sal, el polvo leudante, la canela y el azúcar.
Paso 2
Derretir la manteca en una ollita, en mínimo, y verterla en el bowl junto con los huevos y la leche; revolver hasta que resulte una preparación lisa y suave. Reservar
Paso 3
Pelar el durazno, sacar el carozo y cortarlo en cubos, mezclarlo con las frutillas lavadas, enteras (y sin los cabos). Sumergirlas en la masa.
Paso 4
Calentar el aceite a fuego medio en una sartén profunda, e ir tomando con una cuchara las porciones de durazno y frutilla, tratando que la fruta quede envuelta con la masa.
Paso 5
Introducir en el aceite y cocinar hasta que estén doradas, retirarlas y colocar sobre papel absorbente. Espolvorear con azúcar impalpable y consumir tibias.
Se pueden preparar con otras frutas, por separado o mezcladas, según el gusto de los comensales. Otra opción es realizarlos con duraznos en almíbar de lata, pero en ese caso es aconsejable secarlos con papel absorbente o un lienzo antes de incorporarlos a la masa, pues el almíbar que los recubre no permite que se adhiera la pasta.